Lagrimas Ocultas
Día 1

¿Cómo he permitido que ocurriese? Ahora que ya no puedo hacer nada, que él ha demostrado que es quien manda y ha descargado su furia contra mí es cuando yo me avergüenzo de haberle perdonado, sí, avergonzada por engañarme a mí misma con la esperanza de que podría cambiar; por pensar que yo era la culpable, que todo lo que me hacía era sobre todo porque me lo merecía, y, lo cierto es que no trabajaba fuera de casa y no tuve oportunidad de acabar mis estudios, era normal que me menospreciara, al menos eso es lo que yo pensaba entonces.Todo el mundo comete errores y eso es lo que pensé, pero un error no se comete dos veces, debí haberlo supuesto; si lo hizo una vez lo volvería hacer una segunda, si solo fuesen sido los insultos, quizás hubiese podido soportarlo, pero él ya no se conformaba, ya no era suficiente, empezó a golpearme, y como todas las mujeres que están en mi lugar me enfrenté a él, pero él es más fuerte que yo, cada día que pasaba estaba más convencida de ello; no podía hacer nada, por más que pedía ayuda siempre se negaban a dármela, incluso mi familia me decía que estas cosas era normal que ocurrieran, que todas los matrimonios tienen problemas, que solo se debía al hecho de no estar acostumbrados a la vida en común, por lo que, aún sabiendo que sería un error, me retracté y pensé: “Todo volverá a ser como al principio, está pasando por un mal momento, con el paso del tiempo todo volverá a ser igual que antes; como cuando nos fuimos de viaje para celebrar nuestro matrimonio y él era amable y dulce conmigo, el hombre que desea cualquier mujer. Cuando cada San Valentín me regalaba un ramo de rosas con una sonrisa en sus labios”. Bueno, esa sonrisa que lo hacía tan especial, que me hacía sentir la mujer más afortunada del mundo ya la perdió hace varios años y las flores me las enviará para otro tipo de aniversario, porque lo cierto es que no tengo ganas de luchar más, estoy demasiado cansada.